Dealing with Trauma and Loss

Posted on 1800/01/01
A Parent’s Guide for Assisting Children through Trauma and Loss
 
How you can help encourage the admission and healthy expression of grief:
Be a listener. Children are most helped by genuine concern that is expressed by others listening rather than people seeking to give the “right” piece of advice.  Tell children that grieving lasts longer than anyone expects, although the intensity usually subsides.
Do not avoid talking about the person or event because you feel that it may reawaken the pain.  Avoidance of the topic conveys a lack of caring, rather than the more likely fact that you do not know what to say.  Usually, your child will want to talk, although it may not come in the fashion or at the time that you had planned.  Follow the child’s lead and be a listener.
Try not to make any unnecessary changes during this time of grief.  This is not the time to be making an important decision.  Attempt to keep the situation as normal as possible.
 
What to watch for:
Withdrawal and isolation
Physical complaints (headache, stomach pain)
Emotional concern (depression, sadness, tension, suicidal thoughts, confusion)
Antisocial behavior (stealing, acting out, aggression, substance abuse)
School problems (avoidance, disruptive behavior, academic failures)

Most of these are temporary. Children who appear to be withdrawn and who isolate themselves from family and friends may be experiencing emotional difficulties. The need to appear competent may work against their reaching out to others for assistance. Most grief reactions are normal responses to disaster and loss; however, suicidal thinking must always be treated seriously and outside help must be sought. It is important that children are given and give themselves permission to grieve.



Guía para ayudar a los niños a través de trauma o gran dolor

¿Cómo puede  usted ayudar a alentar la admisión y expresión saludable de profunda pena?
Sea un buen oyente.  A los niños se les ayuda mejor con preocupación genuina que se expresa oyéndolos en lugar de darles  un “buen consejo”.  Dígale a los niños que el sufrimiento, dura más de lo que uno espera, aunque la intensidad generalmente decrece.
No evite el hablar acerca de la persona o evento porque usted piensa que puede reavivar el dolor.  El evitar el tópico da la idea de falta de ser humanitario, aunque lo más probable es el hecho de que no sabe que decir.  Usualmente su hijo querrá hablar aunque puede que no sea como usted piensa o en el momento que lo tiene planeado.  Siga lo que el niño quiera, sea un buen oyente.
Trate de no hacer cambios innecesarios durante el tiempo de profunda pena.  Este no es el momento de tomar una decisión importante. Trate de mantener la situación lo más normal posible.

¿Qué esperar?
Retraimiento y aislamiento
Quejas físicas (dolor de cabeza, dolor de estómago)
Preocupaciones  emocionales (depresión, tristeza, tensión, pensamientos suicidas, confusión)
Comportamiento antisocial (robar, comportamiento negativo, agresión, uso de drogas)
Problemas en la escuela (evitar confrontación, comportamiento perjudicial, fracasos académicos)

La mayor parte de estos comportamientos son temporales.  Los niños que parecen retirados y que se aíslan ellos mismos de la familia y amigos pueden estar experimentando dificultades emocionales.  La necesidad de parecer competente puede trabajar contra el acudir a otros por ayuda.  La mayoría de las reacciones son respuestas normales a desastre y pérdidas;  sin embargo, los pensamientos suicidas siempre deben ser tomados seriamente y debe buscarse ayuda externa.  Es importante que a los niños se les dé y se den ellos mismos permiso para sufrir.
 



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